En el 2018, un grupo de ex presos políticos que habían sido privados de su libertad en el establecimiento carcelario de Punta Caretas en el período de 1968 a 1985, conformaron una “comisión pro Sitio Memorial” con el objetivo de impulsar un proyecto que invitara a la reflexión y la memoria sobre los sucesos ocurridos en sus años de reclusión en el antiguo penal. De esta manera, y buscando generar un sitio que convocase a la memoria para las generaciones actuales y las venideras, plasmaron una convocatoria para el desarrollo de un Memorial, homenajeando tanto a los protagonistas del suceso como a sus familiares y a toda la comunidad, continuando con la lucha para que Uruguay tenga verdad, memoria y justicia.
Para materializar esta iniciativa se realizó un llamado a concurso que, organizado por el Ministerio de Educación y Cultura, Crysol (Asociación de Ex Presos y Presas político/as del Uruguay) y la Comisión Pro Sitio Memorial Penal Punta Carretas, recibió un total de 44 propuestas, de entre las cuales se seleccionaron como ganadores al equipo integrado por Leandro Alegre, Federico Lagomarsino, Federico Lapeyre, María Lucía Arce, Lucas Cardona y la Licenciada Lourdes Silva. El jurado fundamentó su decisión en la contundencia del mensaje logrado por los participantes, que plantearon "una adecuada síntesis de los elementos expresivos, utilizando un recurso internacionalmente experimentado en temáticas relacionadas a los derechos humanos, que integra un entorno urbano de números y fuertes estímulos visuales, homenajeando a los privados de libertad y sus familiares".
Dicho Memorial será construido específicamente donde, entre 1915 y 1986 funcionó el centro de reclusión uruguayo llamado Penal de Punta Carretas, Penitenciaría de Punta Carretas o Cárcel de Punta Carretas. A partir de 1991 las instalaciones de la cárcel fueron recicladas y convertidas en el shopping center, que abrió sus puertas en 1994. El emplazamiento tendrá lugar en el sector de la explanada del Punta Carretas Shopping definido como el espacio público que precedía a la antigua reja divisoria y acceso principal del Penal.
Memoria enviada por los autores: "Somos animales con memoria, por tanto, animales con la capacidad para contar historias".
El proyecto enfoca el homenaje a las familias de los ex presos políticos, quienes durante años acompañaron los procesos de encierro y acudieron rutinariamente a las visitas, en busca de una sanación imposible e inevitable para ambas partes. Es así, que la propuesta toma la idea de la ‘’mesa de visita’’ como dispositivo simbólico, capaz de condensar el vínculo entre ambas partes, entre el preso y su familiar, entre la libertad y el encierro, entre el adentro y el afuera. Esta mesa de visita, se ubica en sitio y modifica su escala doméstica para proponer un equipamiento de escala urbana, capaz de recibir visitas y habilitando escenas cotidianas, comidas, reuniones y eventos, un dispositivo singularmente integrado al paisaje, que amplifica, unifica y cobra protagonismo desde el usufructo del espacio público.
La mesa, ha funcionado a lo largo del tiempo como un dispositivo de narración, de anécdotas... que hacen de ella un campo comunicacional potente, donde puede coexistir lo público y lo privado, lo domestico y lo territorial.
Las premisas de proyecto parten de la simpleza constructiva. En tal sentido, la intervención apunta a una síntesis de muy pocos elementos confeccionados “a medida”, que buscan tener con el mínimo esfuerzo el mayor alcance. La mesa, se conforma por dos placas metálicas colocadas en ‘’T’’, un plano horizontal y su apoyo, generando una mesa extruida de 24 metros de largo, color negro mate, que presenta en su superficie en relieve el listado de los ex presos políticos.
- Autores: Arquitecto Leandro Alegre, Arquitecto/Artista Visual Federico Lagomarsino, Arquitecto Federico Lapeyre, María Lucía Arce, Lucas Cardona
- Colaboradores: Lic. Lourdes Silva